Pues aquí seguimos, parcialmente confinados en un mundo que
parecía haberse quedado sin noticias, o más bien, en el que las noticias habían
dejado de importar y solo existía la
pandemia, y como consecuencia de ella desde las más estúpidas teorías
conspiranoicas hasta las más estúpidas indicaciones de nuestros gobiernos y de
los expertos que les asesoran, que tan pronto dicen una cosa como la contraria,
o cualquier cosa entre medias, según soplen los vientos y las necesidades de
cada grupo político. Eso sí, según ellos,, todo basado en la experiencia y el
conocimiento científico, pero sin advertir que ninguno de los dos existe o que
cada uno habla de la feria como le fue en
ella o de que sobre muchas cosas no existe consenso científico y en la que
sí parece existirlo es la única que se han olvidado, eso en lo que todos los
expertos en salud solían estar de acuerdo, aquello de que: “Health is more than just disease prevention. For many people, being
healthy requires social interactions with friends and family, spending time
outdoors, exercise, physical intimacy, and other pleasures of life “.
En eso andábamos y así nos habríamos quedado si no hubiera
sido por la muerte, el asesinato grabado en directo, de George Floyd y la
llegada del verano, de la temporada turística (no nos engañemos). Las
consecuencias de la primera noticia, más que la noticia en sí misma, si han
conseguido desplazar a la pandemia de los principales titulares y la segunda,
bueno, la segunda, sencillamente ha transformado la opinión de todos los
expertos que asesoran a nuestro gobierno y ya, para lo antes posible se podrá
volver a lo que nos quieren vender como nueva
normalidad., que básicamente pretenden sea un cambio radical en nuestras
vidas ni para bien, ni aceptado al menos por mí.
La verdad es que frente a ambas noticias me siento bastante
asqueado por muchos motivos.
De los de los
expertos en la gestión de la pandemia ya he hablado aquí otras veces y aunque
podría añadir cosas, tampoco creo que sirviera de nada ya que últimamente ni el derecho al pataleo me consuela.
De las consecuencias del asesinato, aunque se podrían hacer
(se han hecho) reflexiones muy sesudas (no es lo normal, siendo lo normal
quedarse en la parte superficial o tomar decisiones que no acaban de entenderse
como la de que HBO retire Lo que el
viento se llevó de su catálogo de películas; algo, que si bien no es
censura técnicamente – al fin y al cabo, es como si una editorial decide no
publicar un libro en concreto, y no como que un estado prohíba un libro,
digamos, matar a un ruiseñor, o
cualquier otro – para mi está bastante cerca por las características casi
monopolísticas del mercado audiovisual) y otras que se encuentran en el extremo
opuesto y que dudo que puedan calificarse de reflexiones (ya que a mi entender
una reflexión requiere pasar un tiempo reflexionado y no decir lo primero que
se te pasa por la cabeza) a mi hay dos temas que me interesan y de los que creo
que se habla poco.
Por una parte, está el tema de la militarización de las
fuerzas de seguridad (si, ahora se empieza a hablar de ello y algunas personas
hablan de que otras hablan de desmantelar las fuerzas de seguridad haciendo una
interpretación torticera de lo que los primeros han dicho) y en general de la
militarización de la sociedad, de la civil, digo. Para mi es inquietante que
las fuerzas de seguridad, la policía local, quiera convertirse en el ejercito y
que incluso exista esa visión en la sociedad, esa escala que va de la policía
local, a la policía nacional, al ejército, a los cuerpos de elite asumiendo que
este es el orden de importancia de desarrollo de la misma. Que se promueva que
los policías locales se conviertan en cuerpos de elite, para entendernos ,de
asesinos entrenados, en lugar de tender cada vez más hacia la sociedad civil.
Seguro que no me estoy explicando, pero intentare hacerlo otro día para que me
entendáis mejor, pero me parece totalmente fuera de lugar que un portero o un
camarero aprendan krag-maga (o como se llame) en lugar de aprender un poco de
educación y psicología para no tener que saber ese tipo de cosas.
Otra cosa que me inquieta, o que me inquietara en un futuro
optimista, es pensar que ¿Por qué no ha habido la voluntad de cambiar las cosas
hasta que no ha habido protestas, protestas violentas? ¿De verdad debe ser esto
así, solo puedes conseguir lo que es justo y necesario moralmente si te dedicas
a destrozar cosas? Y no me malinterpretéis, estoy a favor del cambio, más del
cambio de estas cosas, pero es solo que me inquieta que el cambio solo se
produzca como consecuencia de acciones violentas. Para mí es como decirle a la
gente que la educación o la racionalidad no sirven de nada frente a la
violencia, que es mejor ser un maleducado violento que una persona educada, que
es la única forma de conseguir cosas. No sé, me inquieta que la sociedad mande
y reciba este mensaje; aunque para ser sinceros me inquieta más que todo esto
pase sin ningún cambio real: ni en la militarización de la sociedad ni en el
racismo imperante. Me temo que en cuanto otra noticia retome los titulares toda
la lucha por la igualdad quedara en lo que siempre ha quedado, en nada, en agua
de borrajas, en otro episodio que nos
prometeremos a nosotros mismos, como sociedad, que no volverá a suceder;
hasta que suceda de nuevo que nos volveremos a escandalizar.
Pero divago, como siempre al principio, por aquello de que
estas entradas traten de algo más que de mis lecturas mensuales. Si, todavía me
debo a mi mismo escribir más a menudo para contar otras cosas, pero mientras se
cumple esta promesa hecha sin horizonte temporal, vamos con las lecturas.


Totalmente en desacuerdo ya que yo no requiero la presencia
de la gente para que no me guste, de hecho, prefiero que no me gusten a
distancia, que estén ausentes y creo que de hecho la falta de presencia (mental) es el motivo de
muchos divorcios (según tengo entendido) o de muchos matrimonios infelices.
En fin, como uno no puede vivir solo de los préstamos o de
las relecturas me di una vuelta por Amazon para buscar a algunos de esos
autores que me gusta leer en ingles por aquello de no traicionar, abandonar en
este caso por imposibilidad física, a mis librerías de referencias, ya sabéis;
la librería Méndez en la calle mayor y, así, un poco más lejos, pues la
librería Fuenfría en la sierra de Madrid, en Cercedilla, aunque que os voy a
contar a estas alturas que no sepáis de ambas.

Respecto a la novela en sí misma, pues sigue la saga si bien
esta vez el trasfondo de la maldad intrínseca se centra en las mujeres
maltratadas y el de la bondad pues en las redes informales de ayuda para las
mismas mientras siguen luchando contra el verdadero mal que siempre está en la
saga. Pese a toda la fantasía de la maldad absoluta que siempre está en sus
libros, los personajes siempre tienen ese toque de normalidad encontrándose en situaciones
en las que todos nos hemos encontrado “Parker
didn’t know how many beers Walsh might have drunk, but he guessed it was
somewhere between ‘too many’ and ‘not enough’”. ¿A quién no le ha pasado
tener esta duda, sobre uno mismo o sobre un amigo? (siendo, en ocasiones, el
orden un tema importante ya que demasiadas
a veces es menos que no suficientes).
Sentirse identificado con Parker es fácil, ya que es el
cínico bueno (el antihéroe, supongo) pero la verdad es que en sus novelas
siempre hay ideas, formas de expresar estas ideas, con las que, aunque mencione
a los nazis, síntoma claro de estar equivocado, uno ha de estar (al menos
parcialmente) de acuerdo: “if I could
outlaw one concept, the obvious others apart, it would be fucking blind
patriotism. It’s nationalism in better clothing. You know
who were patriots? The Nazis, and those Japanese fucks who bombed Pearl Harbor,
and the Serbs who rounded all those men and boys and put them in holes in the
ground outside Srebrenica before going back to rape their women, at least until
someone tried bombing sense into them. Patriots built Auschwitz. You start
believing that ‘my country wrong or right’ shit, and it always ends up at the
same place: a pit filled with bones”. Incluso si en lugar de pensar eso
sobre tu país lo piensas sobre tu raza, sobre tu cultura o sobre tu grupo de
preferencias sexuales.

Vamos, que parcial, parcial no soy respecto a Mamet, así que
decir que me ha gustado no será ninguna sorpresa y puede que el hecho de que no
me haya gustado tanto como esperaba tampoco lo sea (al fin y al cabo, cada año
estoy más pitufo gruñón, o enano gruñón), pero en esta última frase
la clave es “tanto como esperaba” ya que gustarme me ha gustado mucho (como
prueba la cantidad de marcadores que he puesto en la misma para recordar
partes).
Empezando desde la descripción de lo que son las noticias “is that which makes its consumer
self-important, angry, or sufficiently whatever the hell to turn to page
twelve, and turning, encounter the ad for the carpet sale”, las noticias
son la justificación para la publicidad de la venta de alfombras o digamos, por
citar algo más de la novela, de ese anuncio “How
could… Al Capone escape… from absolutely… any scrape? Burma-Shave” que, aunque no he conseguido
encontrar en la red me parece creíble; pasando por esas casualidades, o igual
supersticiones, como que “the armistice
has been signed on November 10, and hostilities were to cease on the next day:
the eleventh day of the eleventh month on the eleventh hour” y por que no ese
tipo de frases que siempre sorprenden como “the
first phrase he’d heard, in basic training, was that those looking for sympathy
could find it in the dictionary, between ‘shit’ and ‘syphillis’” o esa otra de la plegaria de los aviadores “not ‘do not leave me die’ but ‘don’t let it
be my fault’”, que resume todo un concepto vital.
Ya digo, la clave es “tanto
como esperaba” ya que de Mamet yo
esperaba mucho, mucho; tal vez demasiado.

Me resulta imposible no citar la reflexión sobre el Berlín
de entre guerras (o entre Weimar y el nazismo) que creo por su parecido con
nuestra situación actual (o mas bien con la de la del Madrid de los años
ochenta, esta es mi refelxion sesuda de hoy, que, ya, si eso, pues desarrollo
otro dia): “I think we’re always going to
be facing a crisis of one kind or another. Might as well get used
to that. It’s indecision that’s more likely to cause our crises. Governments
that can’t get anything done. With no clear majority, I’m not sure this new one
will be any different. Right now our biggest problem looks like democracy
itself. What use is it when it can’t deliver a viable government? It’s the
paradox of our times and sometimes I worry that we will get tired of it before
it can sort itself out.” Una preocupante paradoja.

En cualquier caso, yo, al igual que Angel ignore este
catarro ya que pese a ser “an unusual
human being… Where he did not differ from most men was in
his distrust of doctors, and his response to virtually any ailment had
generally been to ignore it in the expectation that it would eventually get
bored and leave his body, or tackle it with the aid of whatever was on special
that week at CVS.” Pero
a diferencia de él, yo solo tenía un catarro o una enfermedad leve, no como el bueno
del amigo Angel que tiene un cáncer diagnosticado y en tratamiento durante esta
última novela de la saga (si bien, Connolly
advierte que seguirá con Parker y sus
inicios en su próxima novela que ya está preparando y que espero no me pase
inadvertida)
La novela está bien, para ser el cierre de una saga si bien
pues se echa en falta a los personajes gravemente enfermos y como todos los
finales pues deja una sensación extraña a medida que la vas leyendo y ves cómo
avanza el final irremediablemente. Ya veremos cómo vuelve a antes del principio
y como desarrola las relaciones de Parker con los secundarios e incluso el
personaje antes de estas novelas. Puede ser prometedor o un desastre, ya
veremos.
En cualqueir caso es casi seguro que pese a ser novelas de
entretenimiento los lectores aprendamos algunas tonterías como que en
Inglaterra, cerca del muro de Adriano, esta Corbridge que “was once a Corstopitum, or Coria, the northernmost outpost of the
Roman Empire”, ya sabesi como nuestras Coria, del rio u otras; o que uan de
esas extrañas medidas – que varía de medida según el caso – era el codo (cubit) y que “two thousand cubits, Johnston explained, was the distance from the
Mount of Olives to Jerusalem and the furthest a Jew was permitted to walk on
the Sabbath”.Ya digo, curiosidades o conocimientos inutiles.

La empecé, ya digo, sin demasiadas ganas y en cuanto
abrieron las librerías (sin cita previa) pues la deje sin ningún remordimiento
ni mala conciencia. No me estaba interesando pese a que si que había encontrado
esta reflexión interesante: “Luxury
always comes at someone else’s expense. One of the many advantages of
civilization is that one doesn’t generally to see that, if one doesn’t wish. You’re
free to enjoy its benefits without troubling your conscience.” Así que puede que esté bien
– al fin y al cabo, ha ganado todos los premios de ciencia ficción – pero ahora
es el momento de apoyar a mis librerías de referencia, aunque sea difícil por
eso de tener que llevar mascarilla y no poder enredar dando vueltas y vueltas a
los ejemplares, así que tocaba dejarlo y ponerse con las compras realizadas en
la librería Méndez, que ya, si eso, comentaremos el mes que viene.
Lo dicho: divertíos asaltando el castillo (o visitando bares
y tiendas de barrio).
Lecturas
Anhiliation
– Natalie Portman
The great
man – Kate Christensen
The Woman
in the Woods – John Connolly
Chicago –
David Mamet
Metropolis
– Philip Keer
A Book of
Bones – John Connolly
Ancillary
Justice – Ann Leckie