miércoles, 10 de julio de 2013

MI barba de hipster...

Ya he contado que hace unos meses me encontré un mac y que este hecho combinado con otros, que también he mencionado, me hizo pensar en convertirme en un hipster, o por lo menos en la apariencia de uno. Ya sabéis: dejarme crecer unas barbas adecuadas o un ridículo bigote (pese a ser esto ultimo mas apropiado, nunca me he planteado el dejarme solo el bigote ya que para mi la barba debe de ir unida a la vagancia mas absoluta, a la pereza de afeitarse; nunca entenderé a esas personas que llevan una de esas barbas que requieren los delicados cuidados de media docena de geishas y los conocimientos combinados de un geómetra griego con los de un agrimensor para mantenerse); ir a cafés de enrollados con mi mac en ristre y escribir entradas sesudas en mi blog mientras me tomo un te o una tarta de zanahoria o incluso, para presumir hay que sufrir, un muffin de chocolate blanco; pasear por la ciudad con mi bicicleta fix-it llevando absurdas combinaciones de ropajes y la inevitable bolsa de vinilos en bandolera; o incluso con el tiempo plantar un huerto urbano en mi terraza o fabricar mi propia cerveza casera para comentar los distintos tipos de lúpulo mientras las saboreamos religiosamente y sin disfrutar de ellas.En fin, esas cosas.

Una tarea ambiciosa pero alcanzable con un poco de dedicación. De hecho mi intención, mi objetivo final, no era ser hipster en Madrid, si no serlo de verdad: quiero ser un hipster en NYC (no en Brooklyn que, aunque sea mas apropiado, no consigo que me guste; si no en Manhattan). Me apasiona Manhattan, diría que desde siempre pero tampoco quiero exagerar ni mentiros, tan solo me apasiona desde la primera vez que estuve allí, en Julio de 1988.


Esta es la primera foto que tome de Manhattan, del skyline de Manhattan desde una de las autopistas de acceso, con incontables carriles, intentando esquivar camiones de un tamaño que solo existía en las películas.

Podría decir que la primera vez que fui a Manhattan fue de casualidad y solo estaría faltando a la verdad ligeramente. Ese verano había ido a estudiar ingles a Estados Unidos a una residencia universitaria en Morgantown (West Virginia) donde estaba previsto que estuviéramos cinco semanas (se suponia que era un curso de inmersión en la universidad americana). Si no recuerdo mal, solo había una visita programada a Washington y un día en NYC al final de la estancia. Es decir, se suponía que pese a estar en estados unidos no visitaríamos NYC salvo tal vez unas horas el ultimo día del viaje. Algo bastante inaceptable. Un plan que, obviamente, requería ser revisado y modificado inmediatamente para poder visitar todo lo posible. Pero, si eso, ya lo cuento otro día.

Por supuesto que si pudiera elegir, mas que un hipster en NYC elegiría ser un rico filántropo en NYC e incluso me pensaría abrir una casa para ayudar a los homeless, claro que para eso, ademas de los detalles nimios de hacerme millonario, tendría que enfrentarme al problema de buscar un nombre para mi obra filantrópica ya que, habiendo de todo en NYC, como lo hay, ya que han quitado el primer nombre en el que había pensado (mis iniciales).


La elección de ser un hipster era pues en parte motivada por la falta de medios para ser un millonario-filántropo y por la casualidad de contar con un mac, un apple o un cacharin (que todavía no se bien cual es el nombre técnico con el que referirme a este chisme).

El caso es que ya había dado algunos pasos, reales, que teóricos los he dado todos en mi cabeza miles de veces, y no solo ya me he visto desayunando tranquilamente allí si no que incluso me veo trabajando en un bar en el Lower East Side e incluso recibiendo vuestras visitas en mi pequeño apartamento.

Mi primer paso real fue el  intentar conseguir una Visa para poder trabajar, ganar dinero, en los estados unidos. Básicamente para conseguir esto lo que hice fue a apuntarme a la lotería de Visas que el gobierno americano realiza todos los años. No es mucho pero... bueno era un primer paso. Lamentablemente ha sido un paso fallido y no me ha tocado la lotería, ni las de las visas ni la normal para ser millonario, que siempre queda como opción. Volveré a intentarlo este año y los próximos (bueno, en esto dependo de Obama y de su reforma de emigración, que nunca se sabe) y si la lotería se me resiste buscare otra opción... ya pensare en algo y trazare un plan perfecto (seguramente con un fallo técnico de menor entidad). 

Ademas de este primer paso, necesario para ir a NYC a vivir, como ya sabéis decidí dejarme una barba, que es el primer paso, el mas fácil, para ser un hipster y no desentonar una vez conseguido el paso uno. Seria absurdo vivir en NYC y no tener una imagen apropiada ¿no?, una imagen residual o una imagen adecuada para la cámara cenital que todos los neoyorquinos llevan instalada continuamente (la instalación de la cámara cenital es obligatoria en los cinco “barrios”, aunque en algunos de ellos permiten apagarla unas horas al día).

Estaba avanzando en la dirección correcta, diría yo. 

Sin embargo la realidad parece complacerse en tener una visión alternativa de los hechos (sinceramente: la realidad esta sobrevalorada, que lo sepáis) y mientras yo iniciaba mi camino hacia mi hipsterismo y mi nueva vida como neoyorquino, la realidad parecía, y parece, empeñada en utilizar mi barba de hipster para otros propósitos.

De hecho tras algunos meses sin trabajar, o trabajando lo mínimo, resulta que el primer trabajo en el extranjero - mas un simple viaje que un trabajo, ya que se trataba de ir a una reunión que duro exactamente 9 minutos - que me sale es en un país árabe: en Doha, Qatar.

Aquí estoy frente al skyline de Doha luciendo mi hipster-barba y disfrazado de consultor.


Y para que veáis que yo seguía intentando fuertemente ser un hipster aquí tenéis dos de las fotos que hice: una de lo arquitectura creativa y otra de la nostalgia de un dinner americano.


Seguro que estáis pensando que ir a un emirato árabe no invalida mi plan hacerme neoyorquino, coincido con vosotros aunque con los americanos y estas cosas mejor no jugar ¿no?. 

Pero las cosas no acaban aquí. Ni mucho menos. de hecho mañana (hoy, probablemente) voy (van, en mi nombre, ya que como todos sabéis yo soy un negado para las gestiones) a solicitar un visado para Irak que me permita entrar las veces que sea necesario en el país ya que parece que me han apuntado para otros trabajos por esas tierras. 

Es verdad que esto no invalida mi plan: todavía puedo hacerme un hipster neoyorquino, pero, lo que no me negareis es que da un nuevo sentido a mi barba, que ahora con estos cambios ya no es una barba de hipster si no que poco a poco se va convirtiendo en una barba de Taliban.

Si ademas tenemos en cuenta que yo siempre he sido, o me han considerado algunas personas sin criterio, un poco Taliban en muchos aspectos, fundamentalmente en casi todos mis gustos y en la convicción de mis creencias mas absurdas, como lo que es, o no es, power-pop, buena literatura o la forma correcta de comportarse... temo que el camino emprendido se ha torcido y que mas que hipster me estoy volviendo un Taliban, un Taliban con todas las letras. Otro plan fallido, vuelta al inicio y sin pasar por la casilla de salida.

En cualquier caso y como siempre hay que mirar el lado bueno de la vida (“... allways look on the bright side of life... tara...tara...tarara ra ra ra...”) igual esto me convierte en mas americano y ya podré decir como si fuera un ex-marine que he estado en Iraq y en Vietnam... puedo hacerme pasar por un veterano de los principales conflictos belicos que marcan la historia estadounidense. 

Igual debería visitar Afganistán para haber estado en tres escenarios bélicos americanos y obtener mas factiblemente la nacionalidad, aunque con este aspecto... creo que ya parezco un homeless total.

2 comentarios:

  1. Para mí, un cacharrín más que un compiuter es un cubata o una pintuca.

    Lo de la cámara cenital me vendría bien a mí en mi próxima visita a NYC, por aquel de guardar alguna memoria del evento.

    Y la primera foto que hiciste del skyline neoyorkino en el 88 me parece excelente.

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  2. ¿te ha crecido la nariz con la barba, mr. taliban?

    lo mismo cuando menos te lo esperes, la realidad se alinea con los firmes propósitos.

    no veo sin gafas, qué horror!

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