lunes, 25 de noviembre de 2013

Autobuses

Ayer (bueno, un día del pasado cercano, que entre que empiezo a escribir y acabo cada entrada pasa bastante tiempo como podéis suponer por su extensión) estaba en el concierto de Squire charlando, realmente en el cambio de grupos (aunque yo soy de esas personas que pueden charlar durante los conciertos, lo justo, y que no tienen que estar como si anduvieran en misa esperando la indulgencia plenaria), cuando conocí a un lector de este blog.

Bueno no es que conociera a un lector, si no que un conocido - no diré su nombre para salvaguardar su intimidad y no empañar su buena imagen, que la tiene - me dijo que leía mi “blog de libros” lo que supuso una muy agradable sorpresa y otra no tan agradable, aunque comprensible. 

La muy agradable es evidente, no solo tengo un lector que no es familia o cuasi familia si no que puedo creer que le gusta lo que lee (ya que si no, para que molestarse en sacar el tema, digo yo) y la no tan agradable es que clasificara mis desvaríos como “un blog de libros” ya que no es esta mi intención, que yo poco se de ese tema y para eso ya esta mi hermano y especialmente su blog de la librería Fuenfria de Cercedilla (recordad visitarla si pasáis cerca) pero completamente comprensible ya que últimamente solo escribo de lo que he leído, abandonando mis reflexiones (u desvaríos, que algunos - malvados - prefieren denominarlos así ) y mis historietas de abuelo cebolleta.

Así que para corregir futuros malentendidos sobre este blog aquí va una reflexión, inquietud, desvarío o como queráis llamarlo.... sobre, ni mas ni menos y como indica el titulo los autobuses.

Para mi el autobús es un medio de transporte extraño que, aunque no me disgusta me resulta bastante ajeno y no por no haberlo usado ya que si he sido un usuario de autobús durante mucho tiempo. 

Tengo muy gratos recuerdos de “la ruta” que me llevaba al colegio y me devolvía a mi casa cuando era pequeño, recuerdos de ir jugando con los amigos y conocidos e incluso hoy seria capaz de recordar a los compañeros que la ruta recogía desde mi casa hasta el colegio (especialmente a las Munarriz, a las que era habitual tener que esperar y una de las cuales, no daré mas detalles, siempre llevaba un abrigo, incluso en pleno verano, creo que por pudor); también tengo gratos recuerdos de los años pre-adolescentes en los que ya no teníamos ruta e íbamos a casa en autobús, al principio después de haber estado varias horas jugando al fútbol en el patio del colegio, algo mas tarde después de haber estado bebiendo litros (de cocacola, se entiende) en Garces y merendando palmeras de chocolate en la pastelería de enfrente y finalmente tomando cañas en el bar de Arturo, en la Flor de Valdepeñas o en el Tambre (aunque para entonces ya era yo ciclista urbanoprefería conducir bajo la influencia que coger el autobús. En aquellos años las leyes eran las mismas pero aun no habíamos asumido la obligación de cumplirlas).

Es mas, durante años el autobús de Madrid a Santo Domingo era casi como el salón de mi casa, el sitio en el que tomar la penúltima cerveza por la noche o la primera de la tarde al bajar, fumando tranquilamente y recapitulando lo sucedido, o bien planeando lo que estaría por suceder. Grandes finales de noche, cantando a pleno pulmón, y tremendas resecas de tarde de domingo rogando por obtener un poco de silencio alrededor.

Si, la verdad es que igual decir que el autobús me resulta un medio de transporte ajeno no es muy realista. 

No, supongo que en realidad lo que me resulta es un medio de transporte infantil o, como mucho, adolescente y no me parece un medio de transporte serio, para personas adultas o aun peor, por ser de un clasismo de libro, me parece un medio de transporte de pobres, en su versión interurbana se entiende, que usarlo dentro de la ciudad es aceptable para todas las clases sociales y de hecho de mejor clase que el metro (vamos: proletario, se entiende).

Igual es simplemente una apreciación personal ya que de hecho hasta el otro día, cuando me surgió esta reflexión, nunca había cogido un autobús interurbano para ir a una reunión de trabajo. Ahora que recuerdo no era el primero ya que una vez tuve que coger uno para volver de una reunión de trabajo, pero eso fue porque un imbécil me llevo en coche hasta una reunión en Logroño, por aquello de no ir en dos coches, pero se le olvido comentar, o prevenir, que ya que era viernes y el tenia familia en Logroño pues pensaba quedarse allí todo el fin de semana. Solo lo comento al terminar la reunión, a media tarde, cuando llego la hora de volver a Madrid y con un lacónico “bueno, ya hablamos el lunes” pretendía dar el tema por zanjado e irse a ver a su familia de Logroño. Aclarare, para aquellos que creen que tengo mal carácter y para evitar responsabilidades penales y civiles, que, hasta donde yo se, aunque no he vuelto a verle, ni a tener noticias de el, no solo sigue vivo sino que conserva, o conservaba, la funcionalidad en casi todos sus miembros.

Pero puede que no sea una simple apreciación personal, si no generalizada, dejadme que os cuente. 

Durante varios años, unos cinco o seis, trabaje en una ingeniería importante y obviamente parte de mi trabajo requería viajar a distintas ciudades para reuniones y a veces incluso para trabajar, aunque no era lo mas habitual. En esta ingeniería había un departamento, realmente era un departamento compuesto exclusivamente por Domi, que se ocupaba de gestionar los viajes. Si tenias que hacer un viaje, y no te apetecía coger tu coche o no lo tenias, ibas a Domi y le contabas cuando necesitabas estar donde, cuanto tiempo necesitabas estar y cuando querías volver. Al cabo de un rato ella te llamaba y te contaba las opciones que tenias. Siempre te podía alquilar un coche, incluso si la reunión era importante, tu te sentías especial y gran directivo y te lo consentían te podía alquilar un coche con conductor. Alternativamente y si era posible te ofrecía volar, aunque fuera en un avión de hélice al aeropuerto de San Javier, que hacia el viaje mas largo que ir en coche y solo tenia sentido por aquello de presumir, y allí alquilar un coche. Incluso, de vez en cuando, aunque no frecuentemente, si no se lo pedías, te proponía, como alternativa, el tren, sobre todo si había AVE, pero nunca, absolutamente nunca te proponía la opción de ir en autobús. No, el autobús era un medio de transporte inexistente, impropio supongo.

En cualquier caso y hubieras elegido el medio de transporte que quisieras dentro de los posibles (coche, tren, avión o cualquier combinación) cuando llegabas a a reunión y te preguntaban - siempre es lo primero que pregunta la gente educada que sabe que has viajado para verles - ¿que tal el viaje? podías contestarles que bien, que habías venido en coche/tren/avión, que era un viaje agradable y corto - algo que siempre se debe añadir cuando vas a visitar a alguien si quieres ser educado y no hacerles sentir como si vivieran en medio de una estepa aislada - y tras algún breve comentario podías empezar la reunión sis mas detalles.

Sin embargo, basandome solo en mi experiencia del otro día, si contestas que has ido en autobús se sucederán las caras extrañas a tu alrededor junto con las miradas de “esta mas majara de lo que pensábamos. ¿Autobús? es increíble”. En serio, esta es la diferencia, una gran diferencia y la razón por la que creo que no soy solo yo el que no asocia el autobús a un viaje serio.

No, el autobús puede ser un medio de transporte, eso es innegable, pero no es un medio de transporte socialmente aceptado, salvo para viajes personales, viajar en autobús no es serio, no es adulto. 

Y la verdad, mi reflexión tras esta divagación, es que no acabo de entender bien por que: mi viaje  en autobús a Ponferrada fue agradable - todo lo agradable que puede ser algo que te obliga a salir de la cama a las seis y media de la mañana -  y llegue descansado y tranquilo. Bueno, la verdad es que solo la ida, que la hice en un autobús “supra”, con menos plazas y menos paradas, estuvo bien; la vuelta, en un autobús normal, realmente fue desesperante y casi eterna con todas sus paradas, mas aun cuando te das cuenta que los autobuses que van al norte, puede que incluso todos, salen y vuelven a la estación sur lo que te obliga a cruzar todo Madrid, por supuesto en hora punta, ya que siempre es hora punta, añadiendo una media hora final al viaje totalmente innecesaria y muy molesta cuando ves que casi estas en tu casa pero aun te queda llegar a la estación sur y volver.

Pero este tema de los autobuses no solo da para esta reflexión si no que me permite contaros mi “gran aventura” en autobús... para lo que...

... volvamos atrás en el tiempo, hasta 1.980... 

...ese año Springsteen saca The River, un disco doble del cual ahora mismo estoy escuchando el primer disco. Sencillamente una obra maestra y me da igual lo que digáis, me da igual que digáis que Springsteen esta sobrevalorado, incluso puede que a día de hoy coincida con esta apreciación, pero de ninguna manera en 1.980; me da igual que me digáis que The River no puede compararse con la intensidad y eficiencia del Darkness o con la precisión y limpieza del Born to Run, posiblemente este de acuerdo con digáis estas cosas y acepto que ambos discos tambien son obras maestras, incluso que en ellos hay canciones mejores que en The River (también las hay en Greetings y en The Wild...  pero The River es una obra maestra y ademas, en aquel momento, era un disco nuevo, un disco que esperábamos y oíamos en la radio antes de que lo editaran. sencillamente era nuestra primera obra maestra, la primera obra maestra indiscutible, santificada. 

No, no estoy diciendo que fuera realmente la primera obra maestra de esos años. No, hay otras que todos conocemos, aunque casi todo el mundo los ignorara en su día, que han conseguido llegar a tener ese estatus, pero este era la primera que lo era directamente, sin necesidad de esperar el paso del tiempo y la aprobación que el mismo da. 

Así de fácil, eso era The River: nuestra primera obra maestra directa, la primera que alcanzaba directamente esta categoría y que se editaba con nosotros como oyentes principales, la primera que no venia de nuestros hermanos mayores, ni siquiera de nuestros mayores que sabían de música (inexistentes en mi familia, no así en la de Jacobo) y a los que por ser excesivamente pop (en el disco hay una canción copiada de una de ABBA, según declaraciones del propio Springsteen) les parecía que no estaba a la altura de lo que esperaban de el Boss, así le llamaban ellos y todos los locutores de telediario unos años después.

Siendo The River un disco imprescindible por si mismo, encima marcaba la vuelta de Springsteen, del Springsteen de verdad, del Springsteen en directo. 

Si, a partir de aquel momento existía la posibilidad, infinitamente remota todo sea dicho pero posibilidad de ver a Springsteen en directo, aunque para ello tuviéramos que hacernos mayores y viajar a New Jersey, algo que dicho sea de paso parecía un plan genial y que cumplía la premisa básica de todo buen plan: ser prácticamente irrealizable.

En aquel momento la posibilidad de que Springsteen viniera a tocar a España para que nosotros pudiéramos disfrutar de un concierto memorable era todavía mas irreal que la de ir hasta New Jersey (si íbamos a verle, debía ser en New Jersey). 

Como no éramos unos insensatos éramos conscientes de que seria un plan que llevaría tiempo, un plan que deberíamos guardar en reserva para cuando las circunstancias permitieran realizarlo y ademas de momento había planes mas acuciantes que requerían toda nuestra capacidad logística y creativa, el primero de los cuales, casi con toda seguridad, era conseguir otras cervezas.

Con el plan en reserva, tras haber consumido en cervezas el equivalente a una, o varias, cosecha completa del todo el cereal de la estepa soviética, llegamos hasta 1.985 cuando Springsteen decide hacer una gira europea, para presentar el Born in the USA.

Si, esta vez, al menos eso dicen, confirman, todos los rumores, esta vez habrá gira europa. Mira tu, al final ha sido él el que no ha podido esperar nuestra visita a New Jersey y ha decidido venir a tocar a España, por que sabe que nos lo merecemos y que tiene necesidad de tocar para nosotros. 

Si, Springsteen planea una gira europea pero... no tocara en España. Aunque no será él el que diga aquello de “por debajo de las Pirineos ya es Africa y yo no toco en Africa”, el tampoco esta convencido de querer visitar Africa. 

Obviamente esto es una decepción total, es algo inaceptable, no puede ser posible que Springsteen vaya a venir a Europa, aquí al lado como quien dice, pero que no venga a España. 

Inaceptable perderse un concierto como puede ser este, un concierto que uno no puede perderse, un concierto que durara entre tres y cinco horas - aunque las malas lenguas digan que ya no aguanta y que ha de hacer un intermedio para que puedan darle oxigeno en el backstage - en el que tocara toda su discográfia, un concierto en el que estará toda la E-Street Band: Steve van Zandt, Clarence Clemons, Danny Federici, Roy Bittan, Gary Tallent y Max Weinberg (si, aun me se todos los nombres sin necesidad de mirarlos, añadiría a David Sancious pero hace mucho que ya no esta) e incluso se rumorea que puede que toque Nils Lofgreen, lujo añadido al lujo.

¿Como puede ser el mundo, la vida tan injusta?, ¿como puede pasar algo así?

Hay que organizarse, buscar el sitio mas próximo en el que toque, sacarse el carnet de conducir, mendigar un coche, mentir para poder abandonar el país, robar si fuera necesario... hay que buscar una solución. 

Si,, si hay que conducir “five hundred miles, and five hundred more” (que cantaban, o proclamaban, los Proclaimers) para verlo, habrá que hacer  Así que a seguir los rumores y a estudiar el plan de gira para buscar una alternativa, pero... antes hay que sacarse el carnet de conducir. Esto parece urgente. Hay tiempo, pero no tanto, la gira empieza en Junio y estamos en Febrero.

Dicho y hecho: lo que no había aplazado durante mas de un año - aprender a conducir - tenia ahora una urgencia vital, llegaba la edad de dejar de ser ciclista urbano o cuando menos había que compatibilidad la bicicleta con la conducción temeraria en vehículos motorizados.

Pues nada, dicho y hecho. A la academia a realizar los tests a toda velocidad - bueno, a la velocidad adecuada y por la derecha - a subirse a un coche y aprender, a liar a mi padre para que me enseñe, no hay tiempo para ir solo a clases semanales, lo que significa pasar los fines de semana en el aparcamiento de Caminos dando vueltas, acelerando, frenando, intentando no estrellar el Talbot Solara de mi padre contra nada y sobretodo evitando provocarle otro infarto ya que eso podría complicar las cosas y no había tiempo para estar visitando en la UVI o para mas operaciones.

Primer intento en el teórico: suspenso. Gran fracaso pero no pasa nada mas tests, dadme mas tests esto es la guerra. Si voy a ser Ingeniero de Caminos - algo que todavía estaba por ver - creo que debería ser capaz de aprobar el teórico ¿no?. 

Segundo intento con el teórico: aprobado, por la mínima - con los fallos máximos admisibles - pero aprobado.

Se confirman las fechas de la gira europea: la mas cercana es en Francia, en Montpellier, el domingo 23 de Junio.

“Deprisa, deprisa” a la prueba practica, a conseguir el carnet de conducir. A los videojuegos a aprender y practicar, lo que sea necesario, si hay que perder en el juego de atropellar zombies esquivandolos cual peatones, o si hay que perder en las carreras por mantener la velocidad adecuada al tipo de vía... habrá que hacerlo. 

Primer intento de prueba practica aprobado. Es 27 de marzo. Ya tenemos carnet, ya estamos un paso mas cerca de conseguirlo, ahora solo nos falta conseguir un coche, el dinero necesario y los necesarios permisos. 

El dinero no es un problema grave, siempre podemos ahorrar o pedirlo anticipado a nuestros padres, renunciar a los regalos de cumpleaños y navidad durante todo el año, vender parcelas del retiro o incluso la estatua del ángel caído a turistas japoneses, se hace lo que haga falta, el fin justifica los medios que defienden los nazis; los permisos tampoco plantean problema ya que es casi verano y aunque el concierto sea el domingo, lo que nos obligara a quedarnos el lunes, no perderemos nada especial; el coche tampoco parece un problema grave estoy seguro de que podré convencer a mi padre o si no convenceremos a Juan o algún amigo mayor con coche que nos lo preste esperando que no se una a la excursión, no apetece nada aguantar a alguien en un viaje como este.

Las cosas están de cara, lo vamos a conseguir, por cierto que hablo en plural ya que obviamente era un plan de ambos, de Jacobo y mío. En aquella época un simple concierto, cualquier plan realmente, siempre nos incluía a ambos, mucho mas una aventura épica como iba a ser esta.

Veremos a Springsteen en directo, aunque sea rodeado de franceses. Ya nada podía salir mal, Montpellier ya estamos de camino, pon unas cervezas a refrescar.

¿nada? Bueno, si algo he aprendido de la vida es que cuando nada puede salir mal es justo cuando las cosas se tuercen, se tuercen irreversiblemente y salen mal.

Esta vez tampoco fue una excepción a esta sabia regla y las cosas se torcieron en todos los frentes. 

Por mi parte y pese a tener ya carnet de conducir me encontré con la negativa absoluta de mi padre para dejarme viajar conduciendo hasta que el no me hubiera dado “su carnet”, que seguramente tardaría un mínimo de tres meses de conducir yo solo y luego con el de copiloto, el no se fiaba de que yo supiera conducir solo porque tuviera un carnet; menuda tontería eso del carnet. 

Por parte de Jacobo también se torcieron las cosas y acumulo tantos suspensos , creo que entonces estudiaba algo de dirección de empresas, que sus padres se negaron a que pudiera abandonar la comunidad de Madrid, así que olvidate de Francia, en todo el verano.

El abandono forzado de Jacobo, unido a la negativa de dejarme conducir de mi padre, hacían el viaje imposible y absolutamente innecesarios y estúpidos mis esfuerzos para conseguir el carnet de conducir aunque nuestra calidad de vida, nuestra movilidad, mejorara notablemente con el carnet por lo que tampoco fue un esfuerzo valdio. 

Yo tenia la posibilidad de ir, o al menos la posibilidad de ir de alguna forma, pero tendría que ser sin Jacobo y no conduciendo. Era una decisión difícil: no ver a Springsteen o verlo sin Jacobo. 

Al final, tras largas reflexiones en torno a grandes cantidades de cerveza decidimos que si, que tenia que ir, que era una tontería que nos quedáramos los dos sin ver el concierto. Necesitábamos, bueno ahora solo lo necesitaba yo, un plan alternativo al de ir conduciendo hasta Francia.

A la mierda un plan que casi estaba definido.

Afortunadamente yo no era, ni de lejos, la única persona de Madrid que quería/tenia que ir a Montpellier a ver a Springsteen. No, al parecer éramos bastantes e incluso los demás estaban organizados: no solo habían contratado unos autobuses para ir y volver si no que incluso - que tíos mas preparados - habían contemplado la necesidad de conseguir las entradas con tiempo y ofrecían un pack de autobús con entrada a un precio asequible, bueno al menos asequible para mi, si renunciaba a todos mis regalos de ese año y a parte de mi paga semanal durante varios meses. 

Así lo hice y el 23 de junio a una hora intempestiva de la madrugada me subí  a un autobús con destino a Montpellier, al concierto y de vuelta a casa en cuanto acabara. 

Supongo que hoy en día podría aportar fotos u otros documentos que respaldaran esta historia, al menos la parte del concierto, pero como entonces no había teléfonos inteligentes no cámaras digitales y revelar fotos costaba un dinero que no tenia, os tendréis que conformar con ver la entrada del concierto (poca prueba de la historia, pero es lo que hay). 


Un viaje de ida interesante, encerrado en un autobús con auténticos fans y viendo sin pausa vídeos de conciertos de Springsteen; un concierto inolvidable y el primero al que asistía con descanso (si, puede que lo del oxigeno fuera cierto); y un retorno de pesadilla ya que obviamente yo no había pensado que tuviera que alimentarme y el poco dinero que tenia estuvo dedicado exclusivamente a adquirir cervezas. 

Una experiencia difícil de olvidar, aunque habría sido mucho mejor con Jacobo y mucho mejor en New Jersey, durante años podría recitar el set-list de aquel concierto sin ningún problema, un concierto que incluyo mas de lo que yo esperaba y de lo que casi cualquiera pudiera desear ya que sonaron todas las grandes canciones, muchas de las mas normales, e incluso alguna de las peores, pero todas ellas con la fuerza del directo de un genio acompañado por muchos genios. Pero, si eso, ya lo cuento otro día que el tema de hoy eran los autobuses.


Solo os diré, igual reflexiono sobre ello otro día, que pese a que he visto muchos conciertos son pocos, casi ninguno realmente, en que han hecho alguna versión de Springsteen y menos del Springsteen de The River, de ese que incluso sonaba pop (recordad que copiaba a ABBA) y por el que viaje en autobús hasta Francia. 

Pocos,  ya digo, pero casualmente el otro día los Dahlmanns - grupo del que se cuenta entre mis favoritos, como grupo y como personas, y del que ya os contare - en el ya tradicional concierto de mi cumpleaños, casualmente y sin saber nada de esto, hicieron una versión del “I got a crush on you” cerrando el circulo de Springsteen con Escandinavia y emocionandome como hacia mucho. Igual hasta consigo subirla...


Ya veis, puede que los autobuses no sean un medio serio de transporte pero, al menos a mi, me han servido bien y puede que les tenga cariño. Eso si creo que los seguiré evitando en la medida de lo posible.

3 comentarios:

  1. ¿y tú a qué bares vas? por si un día coincidimos y te cuento que sigo tu blog de libros.

    (el palabro que me ha salido para demostrar que no soy un robot -?- es "accusona". no digo más)

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  2. Pues yo tengo un amigo que dice que también le gusta mucho tu blog de libros ;-)
    A mi me gusta más tu blog de cosicas varias
    Maite

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  3. Es curioso lo de los autobuses como medio de transporte poco aceptable. Yo pienso igual, aunque no sé por qué.

    Y lo de Springsteen ya te dije hace años cuando me enteré que me da una envidia profunda (sana pero profunda, como una manzana fresca en el fondo de las Marianas).

    Muy buena entrada (atento al juego de palabras entre entrada de blog-entrada de concierto).

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